Hoy dormís en mis brazos y eso es una verdad; Hoy no entiendo como pasó todo, pero me cabe igual. A las fiestas las inventó un sabio, a las ceremonias los que no sabían que hacer. Tu cuerpo es el lugar perfecto para que yo sepa lo que quiero hacer. Como noches de magia, como noches de sal; Las verdades son tan irreales como la realidad. Aquel tesoro con dueño hoy es mi perdición; Bajo la misma luna me duermo, y despierto al mismo sol.
A la noche la hicieron los sabios, al día los que querían saber. La cama es el lugar perfecto para que me expliques lo que pasó ayer; Porque ayer yo vi todo, todo lo que pude ver; La cerveza, tus ojos, tus rezos, la locura en tu piel... ¿Para qué hacer racia de sensaciones? Hoy no quiero indagar corazones, ni hacer juicio por retrovicción; Si vos sos el paraíso... Yo no creo en milagros, pero ¿qué le voy a hacer?
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