viernes, 28 de mayo de 2010

Que lindo que era verlos caminando: un alma sola, dividida en dos. La orilla de ese mar los encantaba, quedaba todo quieto alrededor.
Hermosa fue la vida que llevaron; la suerte no les quiso dar un sol.
Curioso es que su risa iluminaba hasta el día que ese mal se la llevo.
Se queda con su foto en un rincón y sueña encontrarla arriba; escucha susurrar un disco viejo que su Clara una vez le regaló.
Él sigue con su vida recortada; Sin Clara fue una vida sin color. La imagen de sus ratos mas felices hasta ahora siguen siendo su motor.
La siente, la escucha, la espera y sueña.
La lleva bien pegada al corazón, se alegra de nunca despedirla; pero no va más por la orilla caminando porque sabe que era hermoso entre los dos. ♥

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