jueves, 5 de noviembre de 2009



Mientras yo caliento el banco de suplentes, con la camiseta puesta para incluirme en tu futuro.

Aquí esta tu clandestina pa' jugar al escondite como amante guerrillero, pa' cubrirte tus carencias de ternura y desenfreno. Aunque yo no esté en la foto de la sala de tus padres,  ni en el bautizo del sobrino. Y es que tú ahora tienes dos y a mi me dividen uno. Cierra puertas y ventanas que el mismísimo cielo pondrá una sucursal, en el séptimo piso, a las once cincuenta, mientras duren los besos y permita el reloj. Cierra puertas y ventanas que en noventa minutos habrá que compensar las caricias que caben en los huecos que dejan los encuentros furtivos y la soledad. Y es que tú ahora tienes dos, y a mi me dividen uno. Puede ser que tu conciencia te castigue por las noches y te aliente en las mañanas? Puede ser que un día de tantos nos quedemos sin futuro y tu sigas con tu teatro. Mientras tanto dame un beso atrincherado de esos que, por ser culpables, son como agua en el desierto. Tómame como al tequila, de un golpe y sin pensarlo. Que si alguien sale ganando eres tú, querido amigo, aunque pienses lo contrario.
Y es que tú ahora tienes dos y a mi me dividen uno.

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