martes, 29 de diciembre de 2009

Solo con mi soledad, decidí un día salir de mi gran prisión, la depresión, y buscar algún lugar, en sintonía, con noches donde el corazón, necesita mas que alcohol. Llegué a la puerta de un bar, que confusión. Siempre falsa la impresión de seguridad; solo tuve que mirar, y comprobar que como siempre en la ciudad nunca termina el carnaval. Hasta el fondo me mande, y me cruce unos ojos color verde como la mar, y más solo quede... Extraño fue... se fue de mi, mi soledad y descubrí, lo delgada que es esa invisible línea entre desearla y serle fiel. Ese fernet, y la pasión de su lengua en mi boca agitando una canción. Pronto todo termino, también es el tema; en el que ya en otro encontró satisfacción, entre la gente se perdió, y me dejó con medio Branca sin espuma y ya caliente en un rincón. Desde el fondo yo me fui, busque salir angustiado porque no te vería más. Pero me calmé, estabas ahí... esperándome.
Mi fiel soledad.

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